Para esta práctica, junto a los chicos de Diáspora, me base en la iluminación oscura de los pasillos de Fadu, con ángulos diferentes según el lugar elegido para aprovechar al máximo el potencial de los pasillos.
Para esta entrega final, decidimos seguir con la temática anterior de retratar a alguien en un momento de fragilidad o vulnerabilidad debido al consumo de alcohol pero ahora con una mirada más seria y melancólica, adentrándonos en un mundo en donde todo parece perdido y en el cual nos aferramos a las adicciones para poder seguir. Cambiamos la ubicación de nuestro sujeto, que ahora se encuentra vestida con una bata, sentada en las escaleras con los pies descalzos y colgando, con una mirada pensativa hacia el vacío y una copa de vino en la mano. Su posición y vestimenta nos dejan ver a una persona descuidada y desconectada del entorno que la rodea. Su expresión es acentuada por la iluminación proveniente de un aro de luz ubicado a la izquierda de la cámara, en el suelo, que hace que las sombras se proyecten a la derecha del sujeto, en la pared y en la puerta de madera. Las barandas de la escalera parecen encerrar la cabeza del sujeto y la mano que sostiene la copa, acentuando aún más l
Para esta instancia decidimos cambiar la situación fotografiada, con un plano más abierto y en una ubicación distinta. Nuestro personaje (Agos) se encuentra apoyada en la mesa del comedor (en otras tomas, echada) con un vaso y una botella de Vodka a su lado. Quisimos que se notara el cansancio y el agotamiento en la expresión del sujeto que ya no puede lidiar con su día a día y prefiere sumirse en la adicción. Sentamos a Agos a un extremo de la mesa y en el otro ubicamos un aro de luz sostenido por un trípode de forma que la iluminación era fuerte y provenía de una altura determinada, con tal de no solo darle protagonismo a ella sino que a su entorno también. Backstage Plano de luces
Comentarios
Publicar un comentario